Orientación terapéutica

Mi orientación terapéutica es racional-emotiva-conductual. El proceso de trabajo conjunto entre terapeuta y paciente se realiza con el propósito de ayudar a salir del sufrimiento y de una manera de estar en la vida que la persona no quiere y en la que, a veces, no se reconoce. La terapia se orienta a que la persona comprenda lo que le sucede, y pueda adquirir o mejorar las herramientas precisas para recuperar el propio bienestar y desarrollar una vida más satisfactoria y acorde con sus propios criterios y valores.

¿Cuándo acudir a terapia?

Acudir a terapia puede ser una gran ayuda cuando se tienen síntomas de depresión (desmotivación, aislamiento, inactividad, sensación de no poder…), ansiedad, trastornos obsesivos, descontrol de impulsos y agresividad; en caso de enfermedades crónicas con dolor y limitaciones significativas, o de dificultades importantes para afrontar otras adversidades; en situaciones de problemas familiares o de pareja que no nos vemos capaces de resolver. Y como apoyo psicoterapéutico al tratamiento psiquiátrico de trastornos más graves.

Salud emocional

Es importante diferenciar entre el malestar vital que se puede afrontar con el apoyo de las personas cercanas, de las redes propias de afecto y cuidado, y aquel malestar de otra naturaleza que puede requerir la ayuda profesional. Por ejemplo, la tristeza ante una pérdida, el enfado ante lo injusto, un cierto desasosiego ante la incertidumbre, e incluso un nivel manejable de estrés,
forman parte de nuestra salud emocional. Ésta se altera cuando no logramos reconocernos en nuestro estado de ánimo y en nuestra forma de comportarnos.